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El qué y el cómo de la cultura digital

Decir hoy cultura digital es decir todo y decir nada. La gente habla de ello, la vive, pero difícilmente se da cuenta de que está inmersa en ella. Si eres de los que todavía imagina que lo digital es para los chavos o que los jóvenes de hoy no harían nada sin su móvil… te tengo noticias: ya no eres buena onda, también te pasó a ti (forever, forever).

La cultura es toda manifestación de las actividades humanas y, mientras más se desplazan sus comportamientos hacia los medios digitales (desde redes sociales, hasta el celular en el que estás leyendo este blog mientras estás en el baño), la cultura, naturalmente, se vuelve más digital.

Más despacio cerebrito

Bueno, bueno. “Diccionario”: la cultura digital es una serie de costumbres y manifestaciones que se cultivan cotidianamente en relación con las nuevas tecnologías y el modo en que cambian nuestra vida. Impacta todas las áreas y, por ello, todos los comportamientos que puedas imaginarte, porque somos nosotros los que construimos esas conductas digitales.

Cada revolución industrial ha cambiado el modo en que hacemos las cosas, pero nuestras necesidades han seguido siendo las mismas: necesitamos comunicarnos, comer, interactuar con otros, pero ahora lo hacemos de un modo diferente. Tu papá no habría podido hacer nada sin electricidad del mismo modo en que tú no concibes un mundo sin internet.

¿Entonces qué ha cambiado?

La cultura que hoy llamamos digital impacta todo lo que hacemos y el modo en que lo hacemos. ¿Cuál es el motor de estos cambios? Piénsalo un momento: quieres que todo mejore, que sea más eficaz, que sea más rápido, que funcione del mejor modo. Ahora esto es posible con la tecnología digital y esto hace que nuestro modo de relacionarnos y comportarnos incluya lo digital y lo automático.

La lógica sigue siendo más o menos la misma: buscar hacer más con menos, vender algo por $2 que nos costó $1, con poco hacer mucho y demás. Lo que ha ido cambiando, y a esto nos referimos con cultura digital, son los valores.

¿Tienes el valor o te vale?

Exacto: no son los mismos que cuando éramos niños. Si ubicas las referencias de este post ya no te cueces al primer hervor. Quizá por eso pasa cada generación que la «onda de ahora nos parece muy mala onda», porque lo que cambian son los valores (a qué le damos valor) aunque las necesidades sean las mismas. Si lo notas, hoy lo que valoramos y esperamos es que muchos servicios sean gratis (pero esto parte del mismo principio de siempre: hacer más con menos); lo que no nos damos cuenta es de que cuando uno no paga el producto probablemente uno mismo está siendo el producto (siempre hay un costo aunque no lo notemos y este puede no ser económico). Queremos que las cosas sean abiertas y transparentes porque tenemos el fact-checking al alcance de un click (pero antes también queríamos no ser engañados, solo que ahora lo exigimos). Nos rige la ley de la disponibilidad: todo lo queremos cada vez ahora y en seguida, vivimos una cultura de la inmediatez (pero no es que antes tuviéramos menos prisa, es que antes las cosas tardaban más). Queremos disfrutar de los servicios ahora, pero pagar después (pero, ¿a poco tus papás no sacaban cosas a crédito también?).

¿Me sigues o tu mente está pensando en un mono sonando unos platillos? Para decirlo de una vez: la cultura digital es la misma gata, pero revolcada. Revolcada por la transformación digital.

Bueno, bueno, entonces qué tengo que hacer

Si llegaste hasta acá, ya estás de nuevo en onda, maestro (tienes que darle ese tono). Necesitas recordar que todo nuevo conocimiento se debe aplicar al contexto en el que te sirve, en el que lo puedes aplicar (es inútil que uses redes sociales si tus clientes no se mueven ahí, por ejemplo). Tienes que recordar que la cultura digital la hacemos las personas y que si no te adaptas tú no puedes llevar a tu empresa y a sus personas a la evolución tecnológica. Ya sabes que tienes que estar al día con lo que pasa en el ámbito de tu negocio: pues eso implica entender qué herramientas, qué tecnologías, qué aplicaciones están acelerando y automatizando sus procesos, cómo hacer todo más eficaz, más disponible, más inmediato, más transparente.

¿Todavía no sabes por dónde seguir? Haz algo diario, sistemáticamente, al menos 20 minutos: sigue nuestro podcast, mira videos en YouTube, lee nuestra newsletter, descubre cómo está cambiando tu negocio hoy. Para decirlo de una vez (—¡Cómete la maldita naranja! —Ya voy, ya voy): combate la resistencia al cambio (va a suceder con o sin ti).

¿Sigues queriendo hacer algo ahora? Mira en qué lugar estás parado.